lunes, 15 de diciembre de 2008

la psicodelia en el cartel chileno

La ponencia desarrolla un análisis sobre la influencia de la psicodelia como movimiento estético y generacional en el diseño de la cartelística chilena, durante un periodo de extrema efervescencia política, social y cultural, como fueron los años 60 y 70.

Desde que el creador del LSD Albert Hofmann socializa su invento, hasta que se recibe en Chile como parte de la cultura musical de la época, pasa tanto tiempo que el fenómeno de la transculturización de la psicodelia en Chile es marginal. Y aunque su recepción fue minoritaria, logró reconocerse valóricamente con la contracultura del hippismo, y cuya máxima expresión fue el Festival de Woodstock, lo que permitió que este movimiento se enraizara rápidamente, y sus efectos se hicieran sentir en la moda, las costumbres y en el diseño gráfico en todas sus manifestaciones.

Si bien esa recepción en nuestro país fue mínima, la psicodelia, en causa común con el hippismo, pudo constituirse en un modelo de imitación en un entorno típico del Tercer Mundo, con demasiadas contradicciones sociales, en el cual las prácticas de alteraciones de conciencia se daban en grupos minoritarios. En ese entorno demiúrgico de reforma universitaria, compromiso social, irrupción de la juventud como protagonista y música soul (Aguaturbia, Los Jokers, Los Mac´s y otros), el diseño se impregnó de una cosmogonía estética, pero con fines comunicacionales. Las revistas “Onda” y “Ramona”, las carátulas de disco del Dicap promoviendo la nueva Canción chilena, el cartel y los “posters” del artista Guillermo Nuñez y Patricia Israel en el ya mítico “Postershop” del barrio Bellavista, son evidencias de hasta qué punto sensibilidades tan disímiles se fusionaron en una síntesis formal. Este ensayo viene a dar luces y explicación del fenómeno del cartel chileno en su transición, desde los convulsionados 60 al compromiso de los 70.

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